viernes, 29 de septiembre de 2017

Educar a la esperanza. P. Francisco

Catequesis completa  del Papa Franciso de la Audiencia General.

«Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La catequesis de hoy tiene por tema: "educar a la esperanza".

Y por esto yo la voy a dirigir directamente, con el "tú", imaginando hablar como educador, como un padre a un joven, o a alguna persona abierta a aprender.

Piensa, ahí donde Dios te ha sembrado, ¡ten esperanza! Siempre ten esperanza.

No te rindas a la noche: recuerda que el primer enemigo por derrotar no está fuera de ti: está dentro. Por lo tanto, no concedas espacio a los pensamientos amargos, oscuros, ¿no?

Este mundo es el primer milagro que Dios ha hecho, ha puesto en nuestras manos la gracia de nuevos prodigios. Fe y esperanza van juntos. Cree en la existencia de las verdades más altas y más bellas. Confía en Dios Creador, en el Espíritu Santo que mueve todo hacia el bien, en el abrazo de Cristo que espera a todo hombre al final de su existencia; cree, Él te espera.

El mundo camina gracias a la mirada de tantos hombres que han abierto brechas, que han construido puentes, que han soñado y creído; incluso cuando alrededor de ellos oían palabras de burla.

No pienses jamás que la lucha que conduces aquí abajo sea del todo inútil. Al final de la existencia no nos espera el naufragio: en nosotros palpita una semilla de absoluto. Dios no desilusiona: si ha puesto una esperanza en nuestros corazones, no la quiere truncar con continuas frustraciones. Todo nace para florecer en una eterna primavera. También Dios nos ha hecho para florecer. Recuerdo ese diálogo, cuando el roble pidió a la almendra: "Háblame de Dios". Y la almendra floreció.

¡Donde quiera que te encuentres, construye! ¡Si estás por los suelos, levántate! No permanezcas jamás caído, levántate, déjate ayudar para estar de pie. ¡Si estas sentado, ponte en camino! ¡Si el aburrimiento te paraliza, échalo con las obras de bien! Si te sientes vacío o desmoralizado, pide que el Espíritu Santo pueda nuevamente llenar tu nada.

Obra la paz en medio a los hombres, y no escuches la voz de quien derrama odio y división. No escuches estas voces. Los seres humanos, por cuanto sean diversos los unos de los otros, han sido creados para vivir juntos. En los contrastes, paciencia, un día descubrirás que cada uno es depositario de un fragmento de verdad.

Ama a las personas. Ámalos uno a uno. Respeta el camino de todos, recto o atormentado que sea, porque cada uno tiene una historia para contar. También cada uno de nosotros tiene su propia historia por narrar.

Todo niño que nace es la promesa de una vida que todavía una vez más se demuestra más fuerte que la muerte. Todo amor que surge es una potencia de transformación que anhela la felicidad.

Jesús nos ha entregado una luz que brilla en las tinieblas: defiéndela, protégela. Esta única luz es la riqueza más grande confiada a tu vida. Y sobre todo, sueña. No tengas miedo de soñar. ¡Sueña! Sueña con un mundo que todavía no se ve, pero que es cierto que llegará.

La esperanza nos lleva a la existencia de una creación que se extiende hasta su cumplimiento definitivo, cuando Dios será todo en todos. Los hombres capaces de imaginación han regalado al hombre descubrimientos científicos y tecnológicos; han atravesado los océanos y han pisado tierras que nadie había pisado jamás. Los hombres que han cultivado esperanzas son también aquellos que han vencido la esclavitud y traído mejores condiciones de vida sobre esta tierra.

Piensen en estos hombres.
Se responsable de este mundo y de la vida de cada hombre. Porque toda injusticia contra un pobre es una herida abierta y disminuye tu misma dignidad. La vida no cesa con tu existencia, y en este mundo vendrán otras generaciones que seguirán a la nuestra, y muchas otras todavía.

Y cada día pide a Dios el don de la valentía.

Recuérdate que Jesús ha vencido por nosotros al miedo. ¡Él ha vencido al miedo! Nuestra enemiga más traicionera no puede nada contra la fe. Y cuando te encuentres atemorizado ante cualquier dificultad de la vida, recuérdate que tú no vives sólo por ti mismo. En el Bautismo tu vida ha sido ya sumergida en el misterio de la Trinidad y tú perteneces a Jesús.

Y si un día te toma el miedo, o tú pensaras que el mal es demasiado grande para ser derrotado, piensa simplemente que Jesús vive en ti. Y es Él que, a través de ti, con su humildad quiere someter a todos los enemigos del hombre: el pecado, el odio, el crimen, la violencia, todos nuestros enemigos.

Ten siempre el coraje de la verdad, pero recuérdate: no eres superior a nadie. Recuérdate de esto, no eres superior a nadie. Si tú fueras el último en creer en la verdad, no rechaces por esto la compañía de los hombres. Incluso si tú vivieras en el silencio de una ermita, lleva en el corazón los sufrimientos de toda criatura. Eres cristiano; y en la oración todo devuelves a Dios.

Y cultiva ideales. Vive por alguna cosa que supera al hombre. Y si un día estos ideales te pidieran una cuenta salda por pagar, no dejes jamás de llevarlos en tu corazón. La fidelidad obtiene todo.

Si te equivocas, levántate: nada es más humano que cometer errores. Y esos mismos errores no deben de convertirse para ti en una prisión. No te quedes enjaulado en los propios errores. El Hijo de Dios ha venido no por los sanos, sino por los enfermos: por lo tanto ha venido también por ti. Y si te equivocas incluso en el futuro, no temas, ¡levántate! ¿Sabes por qué? Porque Dios es tu amigo. ¡Dios es tu amigo!

Si te afecta la amargura, cree firmemente en todas las personas que todavía obran por el bien: en su humildad esta la semilla de un mundo nuevo. Frecuenta a las personas que han cuidado el corazón como aquel de un niño. Aprende de las maravillas, cultiva el asombro, cultiva el asombro.

Vive, ama, sueña, cree. Y, con la gracia de Dios, no te desesperes jamás. Gracias».

Francisco.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Catequesis del Papa Francisco


«Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La catequesis de hoy tiene por tema: "educar a la esperanza". Y por esto yo la voy a dirigir directamente, con el "tú", imaginando hablar como educador, como un padre a un joven, o a alguna persona abierta a aprender.

Piensa, ahí donde Dios te ha sembrado, ¡ten esperanza! Siempre ten esperanza.
No te rindas a la noche: recuerda que el primer enemigo por derrotar no está fuera de ti: está dentro. Por lo tanto, no concedas espacio a los pensamientos amargos, oscuros, ¿no?
Este mundo es el primer milagro que Dios ha hecho, ha puesto en nuestras manos la gracia de nuevos prodigios. Fe y esperanza van juntos. Cree en la existencia de las verdades más altas y más bellas. Confía en Dios Creador, en el Espíritu Santo que mueve todo hacia el bien, en el abrazo de Cristo que espera a todo hombre al final de su existencia; cree, Él te espera.

El mundo camina gracias a la mirada de tantos hombres que han abierto brechas, que han construido puentes, que han soñado y creído; incluso cuando alrededor de ellos oían palabras de burla.

No pienses jamás que la lucha que conduces aquí abajo sea del todo inútil. Al final de la existencia no nos espera el naufragio: en nosotros palpita una semilla de absoluto. Dios no desilusiona: si ha puesto una esperanza en nuestros corazones, no la quiere truncar con continuas frustraciones. Todo nace para florecer en una eterna primavera. También Dios nos ha hecho para florecer. Recuerdo ese diálogo, cuando el roble pidió a la almendra: "Háblame de Dios". Y la almendra floreció.

¡Donde quiera que te encuentres, construye! ¡Si estás por los suelos, levántate! No permanezcas jamás caído, levántate, déjate ayudar para estar de pie. ¡Si estas sentado, ponte en camino! ¡Si el aburrimiento te paraliza, échalo con las obras de bien! Si te sientes vacío o desmoralizado, pide que el Espíritu Santo pueda nuevamente llenar tu nada.

Obra la paz en medio a los hombres, y no escuches la voz de quien derrama odio y división. No escuches estas voces. Los seres humanos, por cuanto sean diversos los unos de los otros, han sido creados para vivir juntos. En los contrastes, paciencia, un día descubrirás que cada uno es depositario de un fragmento de verdad.

Ama a las personas. Ámalos uno a uno. Respeta el camino de todos, recto o atormentado que sea, porque cada uno tiene una historia para contar. También cada uno de nosotros tiene su propia historia por narrar. Todo niño que nace es la promesa de una vida que todavía una vez más se demuestra más fuerte que la muerte. Todo amor que surge es una potencia de transformación que anhela la felicidad.

Jesús nos ha entregado una luz que brilla en las tinieblas: defiéndela, protégela. Esta única luz es la riqueza más grande confiada a tu vida. Y sobre todo, sueña. No tengas miedo de soñar. ¡Sueña! Sueña con un mundo que todavía no se ve, pero que es cierto que llegará.

La esperanza nos lleva a la existencia de una creación que se extiende hasta su cumplimiento definitivo, cuando Dios será todo en todos. Los hombres capaces de imaginación han regalado al hombre descubrimientos científicos y tecnológicos; han atravesado los océanos y han pisado tierras que nadie había pisado jamás. Los hombres que han cultivado esperanzas son también aquellos que han vencido la esclavitud y traído mejores condiciones de vida sobre esta tierra. Piensen en estos hombres.

Se responsable de este mundo y de la vida de cada hombre. Porque toda injusticia contra un pobre es una herida abierta y disminuye tu misma dignidad. La vida no cesa con tu existencia, y en este mundo vendrán otras generaciones que seguirán a la nuestra, y muchas otras todavía.

Y cada día pide a Dios el don de la valentía. Recuérdate que Jesús ha vencido por nosotros al miedo. ¡Él ha vencido al miedo! Nuestra enemiga más traicionera no puede nada contra la fe. Y cuando te encuentres atemorizado ante cualquier dificultad de la vida, recuérdate que tú no vives sólo por ti mismo. En el Bautismo tu vida ha sido ya sumergida en el misterio de la Trinidad y tú perteneces a Jesús.

Y si un día te toma el miedo, o tú pensaras que el mal es demasiado grande para ser derrotado, piensa simplemente que Jesús vive en ti. Y es Él que, a través de ti, con su humildad quiere someter a todos los enemigos del hombre: el pecado, el odio, el crimen, la violencia, todos nuestros enemigos.
Ten siempre el coraje de la verdad, pero recuérdate: no eres superior a nadie.

Recuérdate de esto, no eres superior a nadie. Si tú fueras el último en creer en la verdad, no rechaces por esto la compañía de los hombres. Incluso si tú vivieras en el silencio de una ermita, lleva en el corazón los sufrimientos de toda criatura. Eres cristiano; y en la oración todo devuelves a Dios.

Y cultiva ideales. Vive por alguna cosa que supera al hombre. Y si un día estos ideales te pidieran una cuenta salda por pagar, no dejes jamás de llevarlos en tu corazón. La fidelidad obtiene todo.

Si te equivocas, levántate: nada es más humano que cometer errores. Y esos mismos errores no deben de convertirse para ti en una prisión. No te quedes enjaulado en los propios errores. El Hijo de Dios ha venido no por los sanos, sino por los enfermos: por lo tanto ha venido también por ti. Y si te equivocas incluso en el futuro, no temas, ¡levántate! ¿Sabes por qué? Porque Dios es tu amigo. ¡Dios es tu amigo!

Si te afecta la amargura, cree firmemente en todas las personas que todavía obran por el bien: en su humildad esta la semilla de un mundo nuevo. Frecuenta a las personas que han cuidado el corazón como aquel de un niño. Aprende de las maravillas, cultiva el asombro, cultiva el asombro.

Vive, ama, sueña, cree. Y, con la gracia de Dios, no te desesperes jamás. Gracias».

P. Francisco.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Sobre el indulto. Para su información y de ser posible difusión.

-------- Mensaje reenviado -------- De: Blanca Cayo Quintana blanca.cayo.quintana@gmail.com Para: undisclosed-recipients:; Fecha: jueves, 21 septiembre 2017, 07:24PM -05:00 Asunto: Sobre el indulto. Para su información y de ser posible difusión.


Por: Carlos Rivera Paz

La ley penal nacional y el derecho internacional establecen un marco normativo de prohibición absoluta para el otorgamiento del indulto al condenado Alberto Fujimori Fujimori. Por ello, a continuación, comentamos los obstáculos insalvables que el Presidente Pedro Pablo Kuczynski debe tener muy presente.

  1. La ley penal nacional prohíbe el indulto a condenados por secuestro agravado.

La Sala Penal Especial juzgó y condenó a Alberto Fujimori por la comisión del delito de secuestro agravado en agravio del periodista Gustavo Gorriti Ellembogen –el 5 de abril de 1992– y del empresario Samuel Dyer Ampudia –el 27 de julio de 1992–.

Frente a ello, la ley N° 26478, promulgada por el mismísimo Alberto Fujimori en junio de 1996, establece una prohibición expresa para el otorgamiento "del beneficio del indulto…"para los condenados por el delito de secuestro agravado. Posteriormente, la ley N° 28760, promulgada el 13 de junio del 2006 ratifica –también expresamente– que "no procede el indulto, ni la conmutación de penas a los condenados por los delitos de secuestro y extorsión…". De esta manera la prohibición se extiende a todas las figuras del delito de secuestro.

  1. El derecho internacional prohíbe el indulto a condenados por graves violaciones a los derechos humanos y/o crímenes de lesa humanidad.

Los casos de Barrios Altos y La Cantuta constituyen crímenes de lesa humanidad.

La sentencia dictada por la Sala Penal Especial, presidida por el juez San Martín en el parágrafo 823, condena a Alberto Fujimori como autor mediato los delitos de asesinato, lesiones graves (Barrios Altos y La Cantuta) y secuestro agravado (Gorriti y Dyer), estableciendo que, "Los mencionados delitos de homicidio calificado y lesiones graves constituyen crímenes contra la humanidad según el Derecho Internacional Penal.".

El asesinato, las lesiones graves y secuestro agravado, están tipificados en el Código Penal de 1991. Lo que hizo el tribunal fue calificar los hechos de Barrios Altos y La Cantuta como crímenes de lesa humanidad, de acuerdo al derecho penal internacional. Ésta es una calificación complementaria que no tiene efectos incriminatorios ni punitivos, aunque sí consecuencias de carácter secundario. En los Fundamentos Jurídicos la sentencia presenta el desarrollo histórico de los delitos de lesa humanidad desde los Convenios de La Haya, relativo a las Leyes y Costumbres de la Guerra Terrestre de 1899 y 1907, así como de la noción de crímenes de lesa humanidad que por primera vez fue consagrada de manera explícita en el artículo 6° del Estatuto del Tribunal Internacional de Nuremberg (1945). Así, hacia 1991, toda la comunidad internacional no tenía duda que crímenes como Barrios Altos y La Cantuta constituían un ataque no solo contra las víctimas directas, sino contra el conjunto de la humanidad.

En el juicio se logró acreditar que Barrios Altos y La Cantuta fueron 2 de una docena de operaciones ejecutadas por el Destacamento Colina entre 1991 y 1992, en las cuales siempre ejecutaron personas, acreditando así el ataque sistemático. Se probó que esos hechos eran parte de una política de Estado; que los ejecutores materiales y el autor mediato eran funcionarios públicos y que las víctimas eran parte de la población civil, demostrándose los cuatro requisitos que el derecho penal internacional exige para calificar un hecho como crimen de lesa humanidad.

El caso Barrios Altos fue reabierto en abril del 2001, luego que la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró sin efectos jurídicos las leyes de amnistía. Algunos meses después, el 13 de setiembre del 2001, la Vocalía de Instrucción abrió el proceso penal contra Alberto Fujimori por este caso al haberse establecido que había desarrollado "…mecanismos de violación sistemática de los derechos humanos con el pretexto de acabar con los últimos rezagos de los movimientos subversivos que operaban en el país…".  El año 2002 el fiscal Richard Saavedra, y el 2003, el fiscal Eduardo Mundaca, se pronunciaron señalando expresamente que –al amparo del derecho internacional consuetudinario– Barrios Altos constituía un crimen de lesa humanidad.

Durante el juicio oral el intenso debate probatorio sobre la existencia de un contexto de violación de los derechos humanos durante los noventa ayudó a la parte civil, desde la primera sesión, a desarrollar los fundamentos del crimen de lesa humanidad. En este debate participó la defensa del condenado. Así, la calificación no fue una sorpresa, sino una conclusión.

La calificación no es declarativa ya que sí tiene efectos de carácter secundario, porque  cuando un hecho es calificado como un crimen de lesa humanidad automáticamente se transforma en imprescriptible y habilita la jurisdicción universal, quedando prohibidos el otorgamiento de amnistías e indultos. Esta prohibición la encontramos en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Así, en la sentencia Gutiérrez Soler Vs Colombia, del 12 de setiembre del 2005, la Corte Interamericana declara expresamente que "…El Estado deberá abstenerse de recurrir a figuras como la amnistía, el indulto, la prescripción…" (Fundamento 97 de la sentencia).

Adicionalmente, resulta necesario considerar también lo señalado por la Corte en la Resolución de Supervisión de Cumplimiento de Sentencia del caso Barrios Altos, del 7 de setiembre del 2012, en la cual establece que "…el otorgamiento indebido de beneficios en la ejecución de la pena puede eventualmente conducir a una forma de impunidad, particularmente cuando se trate de la comisión de graves violaciones a los derechos humanos, como las ocurridas en el presente caso".

 Entonces, no queda duda que estando Alberto Fujimori condenado por los delitos de asesinato y lesiones graves tipificados en nuestra ley penal nacional, tales delitos de acuerdo al derecho penal internacional constituyen crímenes de lesa humanidad.

  1. El condenado no ha hecho un reconocimiento de sus crímenes, ni ha mostrado voluntad de arrepentimiento.

Si el objetivo de la pena es lograr la readaptación social del condenado, entonces resulta necesario verificar si ello ha ocurrido en el presente caso. Lo que podemos concluir es que el condenado Fujimori hasta la fecha ha mantenido una absoluta negación de su participación criminal en los hechos que fueron materia de juzgamiento y condena. Hecho que también ha sido parte central de la estrategia política del fujimorismo y de sus familiares más cercanos, la cual inclusive ha llegado a calificar a la sentencias del Poder Judicial como el resultado de una "venganza política".

Entonces no existe ninguna voluntad de arrepentimiento y de colaboración con el esclarecimiento de otros hechos de la misma naturaleza.

  1. El condenado Fujimori no ha hecho público una expresión de perdón a los familiares de las víctimas.

Considerando que Alberto Fujimori fue condenado por graves violaciones a los derechos humanos, que califican como crímenes de lesa humanidad, resultaría absolutamente pertinente la exigencia de expresiones de perdón de parte del condenado hacia los familiares de sus víctimas. El hecho es que tal exigencia jamás se ha dado.

  1. El condenado no ha cancelado la reparación civil.

Un dato elemental de la voluntad de reparación a favor de los familiares de las víctimas –entre las que se encuentra un menor de 8 años de edad– sería el pago de la reparación civil impuesta por el tribunal, pero el condenado Alberto Fujimori no ha cancelado ninguna reparación civil a ninguna de sus víctimas.

  1. Alberto Fujimori debe afrontar el proceso judicial por el caso Pativilca y la investigación por las esterilizaciones forzadas.

La sentencia de la Sala Penal de la Corte Suprema de Chile –de fecha 5 de junio del 2017– autorizó la ampliación de la extradición de Alberto Fujimori por la comisión del delito de asesinato en agravio de 6 pobladores de Pativilca –hecho ocurrido el 29 de enero de 1992–, y que el supremo tribunal chileno ha calificado también como un crimen de lesa humanidad.

Esta ampliación de la extradición determina que Alberto Fujimori tiene ahora la condición jurídica de procesado por el caso Pativilca, y teniendo esta condición cualquier beneficio de indulto no le alcanza, ya que este beneficio solo comprende el perdón de la pena, es decir, se aplica exclusivamente a personas condenadas, no procesadas.

Si bien el artículo 118°, inciso 21  de la Constitución Política otorga al Presidente de la República la atribución de otorgar el beneficio de la gracia a personas procesadas penalmente, el hecho es que ello significaría una evidente intromisión del Poder Ejecutivo en el juzgamiento de un crimen de lesa humanidad.

En el presente caso Pativilca, teniendo en consideración los antecedentes de fuga de Alberto Fujimori, su sometimiento al proceso debe ser con mandato de detención.

Adicionalmente, se debe considerar que en la actualidad Alberto Fujimori está investigado ante el Ministerio Público en el caso de las esterilizaciones forzadas perpetradas durante su gobierno.

  1. Alberto Fujimori no califica para el indulto humanitario.

En el caso de los indultos humanitarios para condenados por graves violaciones a los derechos humanos, no existe una prohibición en el derecho internacional. Este indulto se otorga por un principio de humanidad ante el grave estado de salud del condenado.

Ahora bien, en ambos casos –indultos comunes e indultos humanitarios– su otorgamiento solo procede como consecuencia del cumplimiento de los procedimientos establecidos en el reglamento de la Comisión de Gracias Presidenciales del Ministerio de Justicia. Si bien el indulto es una facultad constitucional del Presidente de la República, el otorgamiento a un condenado no puede ser el resultado de una decisión arbitraria del jefe de Estado.

El mencionado reglamento establece que solo se recomendará el indulto humanitario para "a) los que padecen de una enfermedad terminal; b) Los que padecen enfermedades no terminales graves, que se encuentren en etapa avanzada, progresiva, degenerativa e incurable; y además que las condiciones carcelarias puedan colocar en grave riesgo su vida, salud e integridad; y, c) Los afectados por trastornos mentales crónicos, irreversibles y degenerativos; y además que las condiciones carcelarias puedan colocar en grave riesgo su vida, salud e integridad".

Resulta indispensable que el condenado, sus familiares o su abogado, presenten una solicitud a la mencionada comisión. En el caso del indulto humanitario, luego de la solicitud se debe instalar una Junta Médica Penitenciaria, la que debe emitir opinión técnica sobre el estado de salud del solicitante.

De acuerdo a las informaciones públicas, el estado de salud del condenado Alberto Fujimori no califica para el otorgamiento de este tipo de indulto.

viernes, 15 de septiembre de 2017

El docente según el Papa Francisco


"El Sol no se apaga durante la noche, se nos oculta por un tiempo por encontrarnos «al otro lado», pero no deja de dar su luz y su calor. El docente es como el Sol. Muchos no ven su trabajo constante,  porque sus miras están en otras cosas, pero no deja de irradiar luz y calor a los educandos, aunque únicamente sabrán apreciarlo aquellos que se dignen «girarse» hacia su influjo.

Yo les invito a ustedes, profesores, a no perder los ánimos ante las dificultades y contrariedades, ante la incomprensión, la oposición, la desconsideración, la indiferencia o el rechazo de sus educandos, de sus familias y hasta de las mismas autoridades encargadas de la administración educativa.

La educación es el mejor servicio que se puede prestar a la sociedad, pues es la base de toda transformación de progreso humano, tanto personal como comunitario. Este sacrificado servicio pasa desapercibido para muchos.

Probablemente, ustedes no podrán ver el fruto de su labor cuando éste aparezca, pero estoy convencido de que gran parte de sus alumnos valorarán y agradecerán algún día lo sembrado ahora. No confundan nunca el éxito con la eficacia. En la vida no siempre lo eficaz es exitoso y viceversa.

Tengan paciencia, mejor, esperanza. No olviden que la clave de toda obra buena está en la perseverancia y en ser conscientes del valor del trabajo bien hecho, independientemente de sus resultados inmediatos. Sean fuertes y valientes, tengan fe en ustedes y en lo que hacen.

Que Dios les bendiga y bendiga su anegadas labor diaria, la mayoría de las veces oculta, silenciosa e inapreciada, pero siempre eficaz y valiosa"

(Papa Francisco).
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