martes, 3 de diciembre de 2013

NECESITAMOS CAMBIOS EDUCATIVOS

EL COMERCIO

martes 3 de diciembre del 201309:23

 

 

Ministro de Educación: "Necesitamos cambios dramáticos en el sistema educativo"

 

Ministro de Educación:

 

El ministro Jaime Saavedra Chanduví explica a El Comercio por qué el Perú es último en ciencia, matemática y comprensión lectora

 

"El sector privado es muy heterogéneo, hay colegios de élite y colegios particulares de mala calidad", afirma el ministro de Educación, Jaime Saavedra. (Foto: Alessandro Currarino / El Comercio)

 

 

 

RAÚL CASTRO PÉREZ / LUIS GARCÍA BENDEZÚ

 

Los escolares peruanos están al último de la fila en matemática, ciencia y comprensión lectora. El examen PISA 2012, impulsado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), nos sitúa en la cola entre 65 países. El ministro de Educación, Jaime Saavedra, explica a El Comercio los malos resultados.

 

La primera medición de PISA en la que participó el Perú fue en el 2000. Comprobamos que, aunque hubo algunas mejoras, seguimos en el mismo lugar desde entonces.

Los resultados indican que el Perú sigue a la zaga de los países [miembros] de la OCDE y otros de ingresos medios en términos de rendimiento educativo. Se han observado mejoras sostenidas en lectura desde el 2000. En general, se reafirma que los cambios en educación no solo son necesarios sino urgentes. Necesitamos cambios dramáticos en el sistema [educativo]. El hecho de que continuemos últimos [en la lista] es el resultado de un avance lento [en mejoras educativas] en los últimos 20 años. Los avances no han sido de la magnitud ni de la profundidad que se necesitan.

 

¿Cuál es la situación del Perú respecto a la región?

En América Latina participaron Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica, México y Uruguay. Estamos a la zaga incluso de ellos. Hay que tener en cuenta que nos ponemos una vara comparándonos con los países de la OCDE o de ingresos medios. No tenemos el consuelo de compararnos con países pobres. Estar últimos demuestra que la inversión en educación tiene que ser grande.

 

Según investigaciones, en el 2021 habrá tres veces más escolares en colegios privados que en públicos. ¿Esto revela el fracaso del sistema estatal?

Yo no haría esa extrapolación. El futuro depende de lo que hagamos hoy, a mí no me interesa el pasado. Lo que tenemos que cambiar es la lógica de que al colegio público va el que no puede pagar y que al privado va el que sí puede. El sector privado es muy heterogéneo, hay colegios de élite y colegios particulares de mala calidad. La etiqueta de privado no garantiza que la educación sea mejor.

 

¿Usted estimula la privatización de la educación o busca reforzar lo público?

Queremos una educación pública de excelente calidad. Eso no quita que tengamos que aliarnos con el sector privado. Un buen ejemplo es [el colegio] Fe y Alegría. Acabo de estar en el CADE y ellos [los empresarios] están muy interesados en trabajar en la capacitación de docentes. Si hay educación privada de paga, pues genial. Pero debemos quitarnos de la cabeza la idea de que un régimen es mejor que el otro.

 

Finlandia invierte el 6,8% de su PBI en educación. El Perú, en el 2012, asignó el 3%. ¿Se aspira a llegar al 6% recomendado por el Acuerdo Nacional?

No creo que lleguemos a eso rápido, pero sí apuntamos. La primera meta es asegurar que el sector ejecute eficientemente el 100% del presupuesto que se le asigna. Luego, avanzaremos en tener más recursos. Actualmente, tenemos una educación secundaria de medio tiempo, los chicos están 4,5 horas en clase. Eso tiene que cambiar: necesitamos más profesores, mejor infraestructura, cambios curriculares. Es un reto complicado y, cuando lo hagamos, se va a necesitar más plata.

 

¿Por qué tenemos una secundaria a medio tiempo?

Así ha sido desde hace 30 años. Un profesor de secundaria recibe un salario de 24 horas, no se le puede pedir que trabaje 40. Cambiar todo nuestro sistema de educación secundaria va a tomar varios años. No es algo que se va a resolver en este gobierno ni en el próximo.

 

Hay críticos que sostienen que la mayor parte del presupuesto se gasta en burocracia o en salarios.

La mayor parte del gasto es en remuneraciones a docentes. Y nuestro gasto en bienes, servicios e infraestructura debería subir. Los cambios no solo deben hacerse en el ministerio, también en los gobiernos regionales y en las UGEL.

 

Existe la percepción de que la reforma pública magisterial está detenida. ¿La impulsará?

Pensamos avanzar en cuatro frentes: carrera docente, infraestructura, aprendizajes y gestión. El más importante es la carrera docente, debido a que un sistema educativo es tan bueno como lo sean sus profesores. En esta semana se planteará un cronograma para las distintas evaluaciones. También va a haber una reubicación de los docentes que entraron a los tres niveles de la carrera pública magisterial. Hablamos de 150 mil docentes que darán la prueba de reubicación. Tenemos que entrar en un proceso de revalorización de docencia.

 

El Sutep parece oponerse a la lógica meritocrática. ¿Qué tanto va a influir en el sector?

Tuvimos una reunión la semana pasada que fue muy positiva y razonable. Creo que podemos lograr un trabajo conjunto con ellos. El Sutep es un sindicato importante y tiene capacidad de negociación. No obstante, hay temas, como lograr una educación de calidad, en los que ellos y nosotros estamos completamente alineados.

 

¿Qué tipo de educación será el foco de su gestión?

Tenemos que avanzar en varios frentes. Los bajos resultados muestran que debemos nivelar los saberes previos [de los alumnos]. Todos los que acaban la primaria deben tener el razonamiento matemático mínimo y saber comprender textos. También se debe reforzar la educación técnica superior. No puedo decir que se priorizará esta y no la otra.

 

¿Para cuándo se ha reprogramado el examen a directores y subdirectores que fue postergado ya dos veces?

Esta semana saldrán dos resoluciones ministeriales con las fechas de las evaluaciones a directores, las evaluaciones de reubicación de docentes y los procesos de capacitación.

 

¿Han calculado cuánto les costó estas postergaciones?

No tenemos la cifra ahora. Hay una asignación que se dará este año para compensar el gasto que hicieron los profesores para trasladarse hasta las capitales de las provincias.



Mg.e. Martín Linares Chavarría

Celular: 942753072

http://elprofe7.blogspot.com/

                                                                                                  


"DIOS TE SIGA BENDICIENDO"

 


En Educación, Asia se distancia del resto del mundo



En Educación,  Asia se distancia del resto del mundo

Varios alumnos duermen durante un descanso en un colegio en China. / REUTERS


Zhou Luwen puede ahorrar en ropa, en calefacción, incluso en comida. Pero tiene muy claro que hay un apartado en el que jamás escatimará un yuan: la educación de sus dos retoños. "Siempre nos han enseñado que es lo más importante en la vida, una inversión indispensable. Porque sin educación no es posible tener éxito". La filosofía de esta mujer de 43 años, residente en Shanghái, cala en toda China. Así, no es de extrañar que el país sea el que más alumnos envía al extranjero y que su capital económica se haya alzado con el primer puesto del informe PISA, que evalúa el nivel de los estudiantes de 15 años en matemáticas, competencia de lectura, y ciencias. Shanghái lidera las tres categorías con 613 puntos, 13 más que en el anterior estudio. Es imbatible en la primera: le saca 119 puntos a la media de la OCDE, lo que se puede traducir en una ventaja de casi tres años de escolarización.



Ese es un tiempo que, según apuntan expertos críticos con el sistema educativo chino, los adolescentes le restan a su vida social. Lo sabe bien Tingting, la hija mayor de Zhou. Ahora tiene 16 años, acaba de superar elzhongkao, una especie de Selectividad para acceder al instituto, y ya teme la llegada del gaokao, el examen de acceso a la universidad. Entra en clase a las 7.30 de la mañana y vuelve a casa a las cuatro de la tarde. Muchas veces no levanta la vista de los libros de texto hasta las diez, cuando su madre la obliga a dormir, y entre sus actividades extraescolares están el inglés y el piano, un instrumento que aborrece. "Conseguí entrar en el mejor instituto del distrito, y ahora mis padres quieren que estudie en la Universidad de Jiaotong [una de las mejores de China] y que luego haga un máster en Estados Unidos para encontrar un buen trabajo a mi regreso", cuenta entre susurros. "No entiende que lo hacemos por su bien", responde Zhou con tono conciliador pero firme.

Shanghái lidera el ranking en matemáticas; le saca tres años a la media de la OCDE

Historias como la de esta familia se repiten en los otros cuatro territorios de influencia china que aparecen entre los siete primeros de la lista del informe PISA: Singapur, Hong Kong, Taipei, y Macao. "Es evidente que los resultados son muy positivos, pero también es cierto que la presión y la competitividad a la que están sometidos los alumnos desde muy pequeños puede tener efectos negativos en su socialización y en su desarrollo humano, apartados que no analiza el informe PISA", analiza Xu Anqi, profesor de Sociología de la Universidad de Fudan. No en vano, dos suicidios y un asesinato provocaron en mayo un acalorado debate sobre el lado más oscuro de este modelo educativo.

En Shanghái, un estudiante de postgrado de Fudan, Huang Yang, fue envenenado por su compañero de dormitorio que, al parecer, envidiaba su sobresaliente historial académico. Pocos días después, en la cercana ciudad de Nanjing, un adolescente de 13 años se ahorcó y otro de 15 salto por la ventana debido a la presión que ejercían sus familias para que acabasen la ingente cantidad de tarea que sus escuelas les habían asignado para el puente del Día del Trabajador. "Hay una conexión clara entre estos hechos y el sistema educativo básico", reconoció entonces el profesor de Psicología Clínica Xu Kaiwen. "Se les exige trabajar duro y obtener buenas notas. Pero, aunque tengan éxito en clase, no han sido educados en el valor de la vida. Y eso lo arrastrarán también tras su graduación".

"La presión y la competitividad de los alumnos puede tener efectos negativos"

Según estudios de la Academia de Ciencias Sociales de China, que no suele tratar el tema tabú del suicidio, unas 250.000 personas se quitan la vida cada año en el gigante asiático. Y otros dos millones lo intentan. La mayoría tiene menos de 30 años, y muchos ni siquiera han alcanzado la mayoría de edad. No en vano, en 2008 una encuesta arrojó un dato preocupante: el 17% de las estudiantes de secundaria de la ciudad de Foshan habían contemplado alguna vez la posibilidad acabar con su vida.

Tingting no ha llegado a ese extremo, pero, en un momento en el que su madre se aleja para hablar por teléfono, reconoce que a menudo está deprimida. "Me gustaría disfrutar más de mis amigos, salir de casa. Pero no me dejan. Solo quieren que estudie y estudie. Que esté entre los cinco mejores de la clase. Lo único que les importa son mis notas, y que no me eche novio para que no me distraiga. Y lo peor es que están haciendo lo mismo con mi hermano de 10 años".

Los chinos perciben que

su sistema genera robots,

no mentes pensantes

Luego, además, está la percepción generalizada de que el sistema educativo chino crea robots, no mentes pensantes. "La autoridad del profesor es absoluta y, aunque las cosas están cambiando, la educación es todavía unidireccional. Yo dicto, tú copias", explica Wang Li, profesor de un instituto del barrio de Hongkou. "Al estudiante no se le permite debatir, y el modelo no incentiva la imaginación. Quizá por eso predominan las asignaturas científicas sobre las de Humanidades. Así, tenemos alumnos con muchos conocimientos teóricos, con gran habilidad para las matemáticas, pero a los que les cuesta luego innovar".

También hay quienes critican que la excesiva especialización ha llevado a un desconocimiento generalizado de la propia cultura. "Asignaturas como Lengua o Historia se ven como poco prácticas, y eso hace que la juventud esté incluso perdiendo el lenguaje", apunta Xu. "No obstante, con sus defectos, en líneas generales no se puede negar que la educación en las grandes ciudades chinas ha mejorado notablemente en la última década".

Los surcoreanos nacen con un 77% de posibilidades de alcanzar la Universidad

Mil kilómetros al este de Shanghái, en Seúl, la historia se repite. El sistema educativo de Corea del Sur -que saca a España 70 puntos en matemáticas, 48 en lectura, y 42 en ciencias- es el quinto más efectivo del mundo según el informe PISA. Eso sí, el año escolar tiene unos 220 días, y, generalmente, también se acude al colegio en sábado. El surcoreano medio, que nace con un 77% de posibilidades de alcanzar la enseñanza de tercer grado, comienza su formación hacia las 7.30 de la mañana y no acaba sus clases hasta las cinco de la tarde. Y siempre que haya dado el do de pecho, porque, aunque no es legal, todavía se dan casos en los que alumnos menos aventajados son obligados a permanecer en el aula hasta la noche.

A pesar de ello, la tasa de abandono escolar en Secundaria es inferior al 1%. Una vez más, la presión familiar es un asunto clave: el 87% de los padres espera de sus hijos varones no menos que una diplomatura, un porcentaje que en el caso de las mujeres queda en el 80%. Así, no es de extrañar que Kim Youseon, una ingeniera que disfruta ahora de una carrera exitosa en una importante multinacional, recuerde su etapa de estudiante como "una tortura". Y, sin duda, la Selectividad es el momento más recurrente en sus pesadillas.

La presión familiar es clave:

el 87% de los padres espera

al menos una diplomatura

Cómo se celebran esas pruebas en la hermana capitalista de la península coreana es un buen ejemplo de la importancia que le dan sus ciudadanos a la educación. En los días previos, los templos se llenan de progenitores penitentes que piden suerte para sus descendientes. Y, el día D, la mayoría de las oficinas, e incluso la bolsa, abren una hora más tarde de lo habitual para evitar los atascos. Además, el transporte escolar tiene prioridad absoluta. "Si no conseguimos que los estudiantes lleguen a la hora, no sólo estamos arruinando sus vidas, también las de sus familias", justificó el jefe de la Policía, Yu Jae-yong, antes de la Selectividad de este año.

Pero eso no es todo. Para que ningún ruido distraiga a quienes se enfrentan a los exámenes, el resto de estudiantes tienen el día libre. Incluso se regula el tráfico aéreo para evitar el rugido de los motores. Y cuando terminan las pruebas, a eso de las seis de la tarde, las ediciones vespertinas de los diarios publican las preguntas y respuestas de los exámenes. Es entonces cuando se multiplican los suicidios.