JAVIER PALACIO, sacerdote, japalmar@gmail.com
MADRID.
ECLESALIA, 15/11/12.- Cuántas veces en la vida nos lamentamos, -y no sin razón-, del mal llamado "silencio de los buenos"... Ese "silencio cómplice"... que genera tanto sufrimiento..., tanto dolor..., tanta violencia..., y tanta muerte... Silencio que, sin aparentemente causar daño, va dejando el espacio donde la palabra, podría ser como un "dique" para abortar la barbarie... y el estado de destrucción provocado por tantos "mercaderes de la muerte"...
Pensándolo bien, muchas de las situaciones dolorosas... que vivimos actualmente, podrían haberse evitado si, tú y yo, hubiésemos intervenido más decididamente sin temor a "perder amigos"..., sin miedo alguno a defender los derechos de los más débiles, y sin "casarnos" con los poderosos o influyentes en nuestro mundo.
Cuán diferentes serían las cosas si todos los seres humanos, allí donde nos encontrásemos nos convirtiéramos en defensores a ultranza, de los más débiles..., de aquellos que son pisoteados..., de los masacrados..., de quienes no cuentan para nada..., porque son ninguneados... o amordazados... por quienes se creen amos y señores de un mundo que ha sido creado hermoso para todos y cada uno de los hijos de Dios.
Amigo, amiga: nos ha sido dada la palabra... y la sensibilidad del corazón..., para "comulgar" con todas las situaciones que, de alguna manera, deberían hacernos reaccionar dando valor a esa palabra cuando sea necesario, y al silencio cuando pueda ser más constructivo que la misma palabra.
Un día tú y yo, seremos juzgados, tanto por el mal que hayamos hecho..., como por las actitudes cobardes y cómplices... con las que permitimos que cualquier ser humano fuese pisoteado sin que reaccionáramos en su favor. Y es que, solemos olvidar con frecuencia que allí donde un hombre sufre, Dios sufre en él...
Y, hablando en cristiano -pues tú y yo lo somos-, no podemos inhibirnos frente a tantos y tantos problemas que agobian al ser humano..., porque, ¡no hacer el bien... es un mal muy grande! (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
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